La industria marítima, entre riesgos y oportunidades

27/06/2024 TRANSPORTE XXI

La Asociación Internacional de Economistas Marítimos incide en su asamblea anual celebrada en Valencia en la construcción de ecosistemas innovadores y sostenibles en el negocio como base de la nueva logística.

La Asociación Internacional de Economistas Marítimos (IAME) arrancó ayer en el Puerto de Valencia los actos de su conferencia anual que reúne a investigadores y líderes de la industria internacional para explorar el futuro de la economía marítima en un entorno marcado por los conflictos geopolíticos, la rápida evolución tecnológica y el cambio climático global.

Enrique Belda, director general de la Autoridad Portuaria de Valencia, se encargó de inaugurar la conferencia, bajo el lema “Construyendo ecosistemas marítimos innovadores: inteligentes, verdes y valiosos para la sociedad”. Belda explicó que el objetivo de este encuentro es promover nuevas colaboraciones entre el mundo académico, el gobierno y las industrias para dar respuestas a los desafíos globales. El directivo recalcó la necesidad de mantener “un puente entre la academia y la industria”, indicando que “necesitamos poner en valor la innovación en la economía marítima”.

Por su parte, Francesc Sánchez, presidente de la Fundación Valenciaport, recalcó el papel de la innovación que “ha sido clave en el desarrollo del Puerto de Valencia en los últimos años para alcanzar el liderazgo”, señalando que “estamos ante una excelente oportunidad para trabajar y conocer, compartiendo los conocimientos de la asociación”.

La conferencia, con el respaldo del Instituto de Economía Internacional de la Universidad de Valencia, se inició con una mesa redonda, moderada por el economista Aurelio Martínez, en la que se diseccionaron los riesgos que hay en la industria marítima en la actualidad. Junto a Martínez, participaron Isabelle Ryckbost, secretaria general de ESPO, Ignacio Ballester, director general adjunto de MSC España, y Javier Romeu, consejero delegado de Tiba.

Aurelio Martínez señaló que “estamos viviendo un momento muy complicado en el que, pese a todo, ha quedado comprobada la resiliencia de la cadena de suministro”. El economista enumeró los principales “cisnes negros” a los que se enfrentado el sector en los últimos años y advirtió que hoy existen problemas como la congestión o el alto precio de los fletes que siguen impactando en la cadena de suministro. Indicó que hay un riesgo en el crecimiento del nivel de oligopolio del sector, junto a los derechos de emisión y la transformación digital del negocio marítimo.

Por su parte, Ignacio Ballester defendió el papel de la industria naviera, señalando que “hay una ignorancia económica sobre cómo funciona, porque al final lo que hacemos es conectar a un vendedor con un comprador”. Ballester indicó que “el crecimiento de la economía está basado en el movimiento de las líneas navieras” y señaló que “las navieras llevamos años invirtiendo en la descarbonización”, al tiempo que reclamó que aún queda por conocer cuál va a ser la energía con la que, en el futuro, se van a mover los buques. “No sabemos qué modelo energético tenemos y tendremos en el sector marítimo”, señaló Ballester, advirtiendo que “la sostenibilidad y descarbonización no es una competición”, mostrándose partidario de reducir la presión impositiva que sufre el sector.

Imagen de los representantes de la Asociación Internacional de Economistas Marítimos.

También Javier Romeu se mostró partidario de buscar soluciones colaborativas en temas como la descarbonización del sector, indicando, desde su perspectiva de transitario, que “nosotros intentamos mitigar los problemas para mantener la supervivencia de la cadena de suministro”. Defendió el papel del transitario para mover “el engranaje de la cadena de suministro que está sujeta a cambios constantes”, matizando que “las grandes disrupciones de las cadenas logísticas son cada vez más frecuentes” y alertó de los problemas que existen por la falta de una ciberseguridad.

Por otro lado, Isabelle Ryckbost, secretaria general de ESPO, explicó que “los puertos tienen muchas oportunidades en este escenario de riesgos”, señalando que “la legislación puede cambiar las orientaciones con el nuevo Parlamento europeo”. Ryckbost indicó que “los puertos están en una transición de su modelo y nos debemos preocupar por asegurar el retorno de las inversiones, ya que las autoridades portuarias no pueden hacerlo todo por sí solas”.

Las sesiones de la conferencia han permitido analizar la transformación del ecosistema del sector desde tres dimensiones críticas: la tecnológica, con especial énfasis en la incorporación de la inteligencia artificial generativa; la medioambiental, con el objetivo de alcanzar la neutralidad climática en el sector; y la social, por la imperativa necesidad de contar con el respaldo de los ciudadanos.

La Asociación Internacional de Economistas Marítimos (IAME), fundada en 1992, cuenta con más de 300 miembros individuales y más de 10 miembros corporativos de los cinco continentes. El objetivo de la reunión de Valencia es compartir información y avanzar en la investigación en el campo de la economía marítima gracias al foro que reúne a investigadores, responsables políticos y profesionales que pueden re-imaginar y dar forma al sector.

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